He pospuesto toda entrada al blog porque tenía esta pendiente. He escrito, borrado y vuelto a escribir y aun no logro saber que decir. Quizás es la anormal incapacidad familiar de demostrar los sentimientos que me ha hecho dejar hasta de ultimo todo aquello que me da un poco de tristeza o melancolía. Así que aprovecharé el insomnio y trataré de escribir unas líneas, siempre desde mi punto de vista, de esta pareja dispareja.
Y sigo escribiendo y borrando…
Creo que lo indicado es hablar de la compleja relación y de cómo por ser TAN iguales a veces las personalidades colisionan, o quizás les podía contar las mil y una razónes por las cuales se quieren y se admiran el uno al otro; así que voy hacer lo posible para expresar en pocas líneas la loca y sentimental relación padre e hija.
Quizás fue mientras se tomaban la mano, ambos vestidos de cucurucho, ella bajo el anda y el con el hombro bajo el brazo de la procesión; Posiblemente juntos quedaron perdidos en alguna línea de alguna hoja de un tomo grueso, o sin dejar de descartar la posibilidad de que se hayan cruzado en alguna esquina de su utópico Paris; sea como sea están unidos, son iguales y piensan igual.
Ella es su pequeña, su primera hija, el comienzo de una nueva etapa y el es su papa, su maestro, modelo a seguir. Ella ha hecho todo lo que el hubiera querido, y el es todo lo que ella quiere ser.
Y se pelean, y discuten y están en desacuerdo en casi todo; pero eso los une y hace iguales, esa terquedad, inteligencia y constante necesidad de discutir, de ser centro y eje de la vida de los que los rodean. Esa certeza con la que hablan, con la que siempre saben que tienen la razón. Son iguales, así como su fuerte personalidad, buen corazón y la anormal certitud con la que saben lo que quieren y deciden sin rodeos.
Pareja dispareja digo porque no hay debate que logren concordar pero el siempre será su padre y ella siempre será su hija, y se que en este corto periodo que queda de “ella viviendo bajo su techo y reglas” (frase que se escuchaba seguido en las peleas de la adolescencia) sobrará la nostalgia, el amor, los recuerdos y buenos deseos para el futuro.